La nueva Guerra Templada
El presidente ruso Vladirmir Putin (Ria Novosti) |
Hubo una I Guerra Mundial. Los
errores de esta condujeron a una II Guerra Mundial. Los vestigios de ambas
produjeron la Guerra Fría, y una mezcla de los problemas no zanjados e insanables
acaba de desatar una "Guerra Templada". Ya no
se tratará de las disputas ideológicas entre libre mercado y comunismo, sino de
las formas en que se conduce la multipolaridad.
El resultado del referendo
de Crimea por el que decidió separarse de Ucrania para abrazar a la Rusia de Vladimir
Putin, en nombre de la autodeterminación de los pueblos, sienta un precedente indiscutible
en el juego de la geopolítica contemporánea que termina de evidenciar el debilitamiento
de la influencia de Estados Unidos y la Unión Europea como grandes centros de
poder. Sobre todo, es un cambio, que como el 11 de septiembre, amenaza con
modificar de nuevo el curso de la historia.
La consulta popular de los
crimeos este domingo tiene varias formas de interpretarse. Tanto por el
resultado como sus antecedentes. Caer en las discusiones históricas de porqué
este pueblo se siente más pro –ruso que pro-ucraniano, es motivo de una tesis
doctoral ya escrita. El problema de fondo es que Rusia ha demostrado de una
forma contestataria que está dispuesta a un todo con tal de recobrar su rol de
Gran Nación, así sea por la fuerza.
De otro lado, en un mundo
cada vez más complejo en el que la autodeterminación es demandada por varias “poblaciones”
que se sienten estados y naciones por su historia, Crimea demostró que lo único
que haría falta para tal sueño es el abrazo de una gran potencial militar. El
asunto no es tan sencillo ni tan fantasioso como se presenta. Se acaba de abrir
una caja de pandora donde los ensayos sobre este tema no están aún escritos y
los riesgos sí dibujados.
El presidente estadounidense Barack Obama |
Tanto los catalanes en
España, los taiwaneses en China, los quebequenses en Canadá, escoceses en Reino Unido, los kurdos en Turquía, así
como una infinidad de pueblos que se sienten nación en otros remotos destinos,
Ucrania puede disparar encendidamente una ola liberalizadora de independencias.
O las consecuencias que traiga esto en adelante, apagar aquellas que estaban germinando.
Si la Guerra Fría evidenció
en el siglo XX una lucha enquistada por simpatías ideológicas y poder militar
entre Estados Unidos y la Unión Soviética (URSS), la corriente que fluye ahora
entre estos dos polos se asemeja a aquellos años en que la conquista de
territorios, aliados y visiones estaba a la orden del día. En el medio de toda
esta nueva tormenta queda China, la segunda economía del planeta que observa expectante
el rol que tiene que jugar entre dos bloques que necesita de cualquier modo
para su propia supervivencia. No obstante, Moscú tiene más cosas en común que
compartir con Pekín que este último con Washington.
Sin restar peso en Asia, Estados
Unidos, que iba restando fuerzas en Europa, ahora tiene que replantearse su
estrategia militar en esa zona frente a Rusia tomando más en cuenta a sus
aliados de la Unión Europea, un bloque de 28 naciones que actúa más como un
club económico que un foro de poder internacional.
La Alta Representante de la Política Exterior de la UE Katherine Ashton |
Conforme Rusia viene
aumentando su presencia en América Latina con inversiones y cooperación
militar, los chinos acompañan a sus “camaradas” en esta cruzada regional, por
lo que esta zona ha dejado de ser un territorio exclusivamente de influencia
estadounidense, y la relación que trace la región frente a esta nueva coyuntura
marcará un ritmo, eso sí, muy distinto a la vieja Guerra Fría. Y no hay duda de
que Venezuela buscará tener un papel clave en esa nueva dinámica de
multipolaridad por la que tanto aboga.
El ambiente de confrontación
es tal, que muchos gobiernos están evitando pronunciarse sobre el referendo de
Crimea porque el peso de sus palabras puede tener consecuencias inmediatas.
Los diversos bloques de
poder militar y económico, dígase la OTAN, la Organización para la Cooperación
de Shanghai, el Banco Mundial, los BRICS, el FMI, pueden a partir de ahora
comenzar a replantearse sus roles y relaciones, lo que ya de por sí afectaría
el celoso esquema de equilibrio de poderes reinante. En suma, una decisión más
compleja que hace 25 años con una era totalmente globalizada donde el mercado
europeo depende del gas ruso, Pekín de las importaciones de EEUU, Rusia de sus
vecinos euroasiáticos, y así una cadena sucesiva de nexos.
Ya lo dijo Jean Paul Sartre:
“cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres lo que mueren”.
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