Diez opciones de EEUU con Maduro sin una guerra
|
Imagen “Trump Jaque Mate” por Francis López Ballesteros |
Existe la "última esperanza" de una intervención militar. Pero
nadie quiere llamarla por su verdadero nombre: una guerra. Suena menos
dolorosa pero más sublime a la hora de defenderla y corearla cual estratega
defiende sus ideales. Todos quieren a los soldados en el terreno, pero nadie se
ha ofrecido a enlistarse.
Una intervención militar en Venezuela no es nada sencillo,
por más que nos cueste creer. Tampoco es imposible, pero el intento puede ser
complejo, sobre todo, porque no sabemos la forma en que puede reaccionar el
régimen, tomando en cuenta el respaldo de grupos armados civiles, milicias
populares o las guerrillas colombianas.
¿Y los jóvenes soldados venezolanos, aquellos que son padre,
hijos, el sostén de muchas familias? El soldado es el primero que sufre, y
muchos saben que están al frente para no dejar de comer o alimentar a sus familias. No
por Maduro.
Venezuela es casi seis veces el tamaño del estado
norteamericano de Georgia y un poco más del doble que California. Con más de
dos mil kilómetros de costa y otros cientos de frontera con Brasil y Colombia,
los estrategas militares estadounidenses, retirados, no dudan que puedan
“vencer al enemigo” en corto tiempo, aunque no desechan los riesgos.
A pesar de esto, aún quedan decenas estrategias diplomáticas
y políticas para debilitar al régimen que Estados Unidos está agotando. El
asunto en cuestión es cuál será la “delgada línea roja” que Maduro debe atravesar
para borrar cualquier acción política y llegar a la fuerza.
Por el momento, para acelerar el quiebre, las opciones no bélicas que surgen son:
1)
El impacto de las últimas sanciones a Petróleos
de Venezuela, con las que se cerró el grifo de dólares proveniente de CITGO, la
filial en Estados Unidos de la estatal, apenas comenzarán a sentirse en los
próximos dos meses.
2)
Estados Unidos aún puede extender la
ramificación de las sanciones al imponer mayores restricciones comerciales a
quienes mercadeen con Petróleos de Venezuela o sus filiales. Esto quiere decir,
que el cerco comercial apenas comienza a sentirse y es una manera de ir
restando fondos a los exiguos ahorros en dólares que tiene el Estado.
3)
La imposición de sanciones a los operadores
portuarios venezolanos, y a los sectores naval del Estado, es otro vía que el
Departamento del Tesoro ha aplicado para sancionar a países petroleros como Irán.
4)
Una medida que puede ser igualmente dañina en el
corto plazo es que la Casa Blanca autorice sanciones a las transacciones de
instituciones financieras extranjeras con el Banco Central de Venezuela, algo
que se aplicó con los iraníes en 2012. Esto ataría al ente emisor en lo que se refiere a manejo de moneda externa.
5)
El Departamento de Estado, en alianza con sus
socios y aliados en el Consejo de Seguridad de la ONU, buscarán agotar las vías
de discusión sobre el tema de Venezuela en este organismo, debilitando la
posición de Rusia y China en su defensa. Con esto, Naciones Unidas puede ser un
espacio ganado para Washington a medida que los diversos foros van aislando a
Caracas.
6)
La imposición de sanciones al círculo personal
de altos funcionarios, sobre todo militares, que residen en EEUU es una opción
delicada, por simple que parezca. Washington ha querido mantener esa conexión
como última carta de presión, pero en vista de los escenarios, la expulsión y
derogación de visados atrincheraría, aún más, al séquito que rodea a Maduro.
7)
El Departamento de Estado podría presionar a sus
socios en Europa y México para que tomen medidas similares sobre familias de
altos funcionarios venezolanos, y con sus expulsiones, la presión se eleva.
8)
Designar a Venezuela como un Estado
Patrocinador del Terrorismo sería una medida extrema que implicaría una ruptura
total del comercio entre ambos países. En conjunto, las categorías principales
resultantes de la designación bajo estas responsabilidades se limitan a la
asistencia de los Estados Unidos; una prohibición a las exportaciones y ventas
de defensa (ya existente); ciertos controles sobre las exportaciones de
artículos de doble uso (ya se aplica); y diversas restricciones financieras y
de otro tipo. La designación se relaciona también con las autoridades de los
estados (hay más de 60 funcionarios sancionados, incluyendo a Maduro).
9)
Actualmente hay cuatro países designados como
patrocinadores del terrorismo: la República Popular Democrática de Corea, Irán,
Sudán y Siria.
10) Limitar las operaciones del servicio exterior
venezolano acreditado en Naciones Unidas. A pesar de que el Departamento de
Estado ya restringió el área de movimiento de los funcionarios de la Misión Permanente
de Venezuela en la ONU a un radio de 40 kilómetros (25 millas), la medida
podría ser similar con otras legaciones dentro de EEUU, pero corre el riesgo de
que Venezuela aplique el principio de reciprocidad.
11) La administración estadounidense está enfocada
en promover la deserción de militares y altos funcionarios, incluso aquellos
que fueron sancionados por alguna falta. Estratégicamente, la implicación de la
Casa Blanca en un conflicto militar con Venezuela traería consecuencias, buenas
o malas. Los expertos han llegado a asomar la posibilidad de ejecutar una
operación de extracción con la que se detuviera a los principales cabecillas
del régimen, o, al menos, a Maduro y su círculo más directo. Para esto sería
clave contar con el respaldo de oficiales dentro del círculo de poder, una
situación que no está clara si existe.
12) A un año
de las elecciones, el presidente Donald Trump avivó un viejo fantasma dentro de
su país que puede resultarle a la hora ganar consensos sobre Venezuela: el
socialismo. No fue gratuito que el líder republicano impulsara un discurso
contra los socialista al ver que un influyente sector del partido demócrata que
dice seguir esta tendencia, promete apostar por la Casa Blanca.
13) La administración
Trump podría ir por la tangente conforme Maduro no renuncie. Mientras las
relaciones con Cuba se deterioran, Washington podría cerrar por completo la
comunicación con La Habana para romper el eje entre Cuba y Venezuela. El
endurecimiento de algunos postulados del embargo comercial podrían ser
aplicados a la isla.
14) En las últimas semanas, la hipotética realización de unas elecciones en Venezuela ha sido la opción más política de Europa y algunos países de América Latina, en concreto, Uruguay y México. Si Maduro se comprometiera a unas elecciones bajo el control de Naciones Unidas y la comunidad internacional como observadora, con un organismo depurado, Washington podría tomar esta medida como viable sabiendo que el dictador saldrá derrotado. Es una medida, sin embargo, que la oposición descarta por los resultados del pasado.
Comentarios
Publicar un comentario